Barato
El placer del morbo
Y como los libros de género degeneran antes que otros, aquel encargo se volvió una carga. Lo he tenido escondido entre mis papeles como quien oculta una carta delatora o un pecado inconfesable, pero de cuando en cuando he sucumbido al inefable placer de proponerle a los editores mis fantasías eróticas. E inevitablemente se corrían en cuanto les confesaba que no era novela. Los editores siempre se corren cuando alguien les propone relatos. San José de la Rinconada, Invierno del
Enviada por narrador. Enviada por rodolfosalinas. Se dieron un afectuoso abrazo, un beso en la mejilla y estuvieron platicando un largo rato de sus respectivas vidas y aficiones, estaban metidas en la conversación cuando llego Luis en su auto. Dijo Luis - ahí estaremos.